¿Qué sucede con la falta de motivación?
Alguna vez un entrenador me dijo: “Yo prefiero que mi jugador sea un pasado, un animal, que esté más motivado que lo necesario y no que sea un pibe desinteresado al que todo le de lo mismo. Prefiero tener que bajarle un poco las revoluciones a tener que estar todo el tiempo tratando de motivarlo.” Uno puede estar de acuerdo o no con las palabras de aquel entrenador, pero no hay dudas de que la motivación es un proceso muy complejo y de que la falta de motivación modifica el rendimiento. Resaltemos la palabra proceso, porque la motivación no es un instante, no es un momento acotado en el tiempo. Littman definió la motivación como el proceso que determina por qué se inicia, se mantiene, se guía, se selecciona o se finaliza una conducta.
La falta de motivación es un problema que aparece tanto en el tenis como en la vida cotidiana. Retomemos las palabras del entrenador para preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo mejorar la intensidad y el entusiasmo de un tenista? Hay distintas técnicas psicológicas que pueden ser utilizadas para mejorar la motivación, pero en este artículo me centraré en una de ellas, la cual ha demostrado su efectividad en distintos contextos de logro tales como la educación, la industria, el comercio, el deporte y la actividad física: la técnica del establecimiento de metas.
El concepto central de la teoría (formulada por Locke, Shaw, Saari y Latham) es que cuando los sujetos tenemos definidos y asumidos unos objetivos, nuestra conducta se dirige con mayor fuerza hacia conseguirlos. Los objetivos actúan como reguladores de acción. Es muy importante, por un lado, que los objetivos sean claros, y por otro, que no sean ni muy sencillos ni que desborden las capacidades del tenista. Además, es interesante plantear objetivos a corto y a largo plazo. Por ejemplo, un jugador puede tener como objetivo a largo plazo llegar a estar dentro de los 200 mejores del mundo y para ello se propone objetivos con plazos más cortos, como pasar una qualy o lograr mayor consistencia en su revés con los entrenamientos.
Las metas proporcionan un camino que nos ordena, nos empuja a la acción y prolonga el esfuerzo en el tiempo. Busquemos caminos desafiantes para movilizar la energía y el esfuerzo.
Littman, R. A. Motives: History and causes, citado en Balaguer, I. Entrenamiento psicológico en el deporte, Ed. Albatros, Valencia, 1994.
Locke, E. A., Shaw, K. N., Saari, L. M., & Latham, G. P. (1981) . Goal setting and task performance: 1968-1980. Psychological Bulletin, 90, 125-152.